Si las cervecerías industriales vieron precipitarse el consumo con la cuarentena, las cervecerías artesanales directamente lo vieron morir. Casi el 100% de su negocio depende de la venta de barriles para cerveza tirada en bares.

“No nos ha quedado otra opción que ponernos a enlatar como locos. Teníamos la enlatadora desde hace dos años, pero la verdad es que toda la producción se iba en barriles a los bares. Es un proceso largo, que comienza con una hora y media de sanitización de las latas”, contó Hernán Lorusso, unos de los responsables de una cervecería artesanal tucumana. En su caso tienen siete estilos de cerveza, y cada lata cuesta entre $ 130 y $ 140, similar al precio de la pinta en un bar.

“Trabajamos ideas para incentivar el consumo de cervezas locales, porque los bares van a tardar mucho en reabrir. Estamos viendo esta crisis como una buena oportunidad de unirnos los cerveceros artesanales y vender packs de degustación de distintas marcas, por ejemplo”, anticipó.

Según Lorusso, los clientes se comenzaron a familiarizar con encargar cervezas artesanales y recibirlas en casa. “Enlatamos a pedido, así que lo ideal es encargar con algunos días de anticipación. Enlatada la cerveza puede durar hasta un mes en la heladera, así que no hay problemas”, señaló.

Respecto del botellón, Lorusso explica que no está teniendo tanta salida porque apunta más a reuniones o asados, en cambio la lata es de consumo más personal.

Consejos

Lorusso aportó algunos consejos para tomar una buena cerveza artesanal en casa: “las latas siempre tienen que estar paradas en la heladera, nunca acostadas. Esto va a permitir que decanten los sedimentos de levadura que pudieran tener las cervezas no filtradas. Aconsejamos sanitizar las latas lavándolas muy bien y siempre servir en vaso o copa. Si quieren enfriar las copas, que sea con un enjuague con agua fría. Y no tenerle miedo al tiempo en la heladera, porque el frío le hace bien a la cerveza, y una cerveza de un mes o más puede andar muy bien”, finalizó.